Asimismo, gestionan las necesidades de los cuidadores de estos pacientes dependientes. Entre sus funciones destaca la de tutelar la asistencia sanitaria prestada a estos usuarios, detectar sus necesidades y articular los servicios que presta la Administración sanitaria y adecuarlos a las demandas de estos pacientes. Estas enfermeras se encargan de visitar a los usuarios que requieran de atención domiciliaria y se encuentran adscritos a su centro de salud para realizar una valoración detallada de sus necesidades, tanto de carácter funcional como social.
Atención individualizada
A partir de este programa-guía, la enfermera de enlace se encarga de coordinarse con los enfermeros y médicos del centro de salud para proporcionar al usuario todas las asistencias sanitarias necesarias, gestionando además sus citas para atención especializada o, si resultara preciso, su hospitalización. Uno de los objetivos en caso de tener que desplazarse de su domicilio es reducir el número de visitas, de forma que en pocas jornadas puedan coordinarse las pruebas de tal manera que se reduzcan las molestias para estos enfermos.
Para los usuarios resulta también muy práctico que estas enfermeras puedan proporcionarles los medios materiales necesarios para su cuidado, tales como colchones antiescaras, andadores, camas articuladas, es decir, una serie de elementos que contribuyen a mejorar su calidad de vida reduciendo significativamente los trámites necesarios.
Entre las competencias de este nuevo tipo de enfermeras, se encuentra la atención a los cuidadores. Una novedad que ha sido muy bien acogida entre los familiares de este tipo de usuarios, que suelen desarrollar un tipo de patologías relacionado con el esfuerzo que supone los cuidados necesarios y constantes a los pacientes.

